(A mi me gustan mucho los animales y tengo un perro muy cariñoso al que quiero mucho. Tiene bastante carácter y a veces me da algún que otro disgusto. Es muy valiente cuando otros canes le muestran cierta hostilidad. Se encara a ellos sin ningún tipo de miramiento a pesar de que tiene todas las de perder porque va siempre con bozal. Sin embargo, cuando tiran un cohete o un simple petardo, toda esa gallardía se evapora y se convierte en un animal asustadizo que no sabe donde meterse, con el rabo entre las piernas, buscando confundido y tembloroso el camino más próximo a mi casa. Dicen que los perros se parecen a sus dueños. Y si uno lo piensa bien puede que sea verdad, porque reconozco que a mi me ocurre lo mismo. Aunque en realidad creo que es común a casi todo el mundo, porque todos hemos tenido miedo alguna vez en nuestras vidas, en mayor o menor medida. En la sociedad en que vivimos, siempre estamos bajo amenazas naturales o producidas por el hombre, que no nos permiten tener una sensación de estabilidad continua. Los antropólogos dicen que el poder siempre ha jugado con el miedo para tener mejor controlado al pueblo. Y yo les creo. Hace poco le escuché decir al filósofo Manuel Cruz, en la Ventana de La Cadena SER, que “los miedos son una respuesta defensiva a algún peligro que detectamos. Cuando hacemos más complejo nuestro mundo empezamos a tener miedo por perder algo que queremos o apreciamos”.
Si como dicen, el riesgo y el miedo son lo mismo, el hecho de que un gay no salga del armario o no se atreva a iniciar una relación estable con alguien que le gusta, es porque tiene miedo. Y estas encrucijadas que están muy presentes entre las personas homosexuales, me lleva a pensar que dudar si dar el paso o no, también es sinónimo de miedo. Una amiga me dijo en una ocasión que "dudar es avanzar. Y tomar una decisión también, aunque no sea la acertada, porque siempre se aprende. Incluso de los errores. No decidir es retroceder como persona". En ese mismo programa de la Cadena SER, aseguraban que cuanto mas solo esta una persona en la vida menos miedo tiene, porque al no tener nada no tiene nada que perder. Visto así, prefiero tener miedo en la vida para poder duda y decidir, porque seguramente seré más feliz. Por eso me siento más identificado con la personalidad de Jack Twis, que con la de Ennis del Mar.)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario